Filosofía religiosa, no religión
No soy de ninguna confesión, no soy de ninguna religión que tenga una lista de afirmaciones indiscutibles.
No puedo aceptar que ningún hombre me diga lo que tengo que pensar para ser de los suyos, ni en religión, ni en política, y menos, que firme lo que dice su palabra de hombre usando el nombre más alto, que ya no es de hombre.
Todo debe ser discutible entre los humanos, lo primero, porque cada cual de nosotros discute consigo mismo para tomar sus decisiones. ¿Voy a discutir conmigo misma y voy a reconocer a otra persona que con ella no se discuta?
Por eso me agarro a los derechos de la filosofía, que es algo donde la discusión no sólo es aceptada, sino bienvenida.
En la filosofía encuentro mi religión libre, la que he formado yo misma discutiendo conmigo misma y con todos los que se me han puesto por delante.
La llamo religión porque lo es. Encuentro ideas para razonar que la vida tiene sentido.
También para razonar que ese sentido sólo puede ser uno, porque toda la realidad de nuestra existencia depende de una unidad que es más alta que su diversidad.
Para razonar finalmente que dentro de cada uno de nosotros hay un hueco o vacío que clama por esa unidad, bajo la forma de Perfección.
Todo esto es religioso, pero discutible. Estoy dispuesta a discutirlo, porque lo que sé es que tengo que encontrar la verdad, y si alguien me hace ver la verdad mejor que como la veo con lo que he dicho, la reconoceré y me alegraré.
No puedo aceptar que ningún hombre me diga lo que tengo que pensar para ser de los suyos, ni en religión, ni en política, y menos, que firme lo que dice su palabra de hombre usando el nombre más alto, que ya no es de hombre.
Todo debe ser discutible entre los humanos, lo primero, porque cada cual de nosotros discute consigo mismo para tomar sus decisiones. ¿Voy a discutir conmigo misma y voy a reconocer a otra persona que con ella no se discuta?
Por eso me agarro a los derechos de la filosofía, que es algo donde la discusión no sólo es aceptada, sino bienvenida.
En la filosofía encuentro mi religión libre, la que he formado yo misma discutiendo conmigo misma y con todos los que se me han puesto por delante.
La llamo religión porque lo es. Encuentro ideas para razonar que la vida tiene sentido.
También para razonar que ese sentido sólo puede ser uno, porque toda la realidad de nuestra existencia depende de una unidad que es más alta que su diversidad.
Para razonar finalmente que dentro de cada uno de nosotros hay un hueco o vacío que clama por esa unidad, bajo la forma de Perfección.
Todo esto es religioso, pero discutible. Estoy dispuesta a discutirlo, porque lo que sé es que tengo que encontrar la verdad, y si alguien me hace ver la verdad mejor que como la veo con lo que he dicho, la reconoceré y me alegraré.
2 Comentarios:
De acuerdo en casi todo, y te matizo el "casi" así, a vuelatecla:
no creo que sea religión tu opción filosófica porque la religión, según pienso, es arracional, si se me permite el palabro, e incluso irracional, mientras que la filosofía es, por definición, racional en tanto que tiene su ser en el uso de la razón, del intelecto, mientras que la religión, cualquiera de ellas, se basa en la fe, incluso, o siempre,ciega.
Voy a seguirte aquí la pista y seguro que aprenderé mucho.
Pues me alegro mucho del casi todo.
Le llamo filosofía religiosa porque es una reflexión libre -filosófica- y porque se abre a esos sentimientos infinitos que se suelen llamar religiosos, pero también oceánicos, y que se pueden empezar a experimentar simplemente con la música o en la noche estrellada.
Estoy de acuerdo en que la filosofía se funda en la razón, pero también en la intuición, revisada críticamente.
Con lo que no puedo estar de acuerdo es con cualquier posición acrítica, indiscutible, dogmática, autoritaria, que es en lo que han caído en especial el catolicismo romano y el islamismo, en el que el sufismo es punto y aparte.
No puedo renunciar a la crítica; es el centro de mi libertad.
Kim
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