Filosofía mística - Kim Pérez

domingo, octubre 29, 2006

Amor al amor



O sea, que la realidad entera tiene sentido y que ese sentido para nosotros, astutos y a la vez torpes humanos, consiste en comprender lo que le da su unidad.

¿Pero qué es eso, qué la unifica, qué es lo más grande que hay que comprender?

Me salgo de la teoría y me pongo en lo personal: para mí, lo más grande es el amor. Esto es lo que le da sentido a mi vida y lo que (quizá) se lo dé a todo.

Por tanto, amor al amor, una especie de sustancia primordial, la más bella de todas.

Pero en cuanto se habla de amor al amor, ¿qué se ama?

Por mi lado, amo las realidades más concretas, la luz de la tarde, una merienda con los amigos, un rostro, una necesidad de ese rostro...

Todo esto es lo que me hace sentir que amo, lo que debilita mis corvas de placer y alegría y me traspasa como si fuera música y sexo.

Eso es el amor, como si fuera una sustancia, pero en realidad un movimiento inasible, la realidad hecha movimiento y pasión, sólo movimiento y sólo pasión, sin necesidad de que haya nadie que mueva y se apasione.

Eso es lo que amo, eso que está en mis sentimientos, firme y escapándose a cada momento, como los recuerdos.

No un dios que existiera como objeto, que ya sabemos muy bien que no es como existe, sino como sujeto, dentro de mí mismo, materializándose en mi amor por las realidades que amo.

1 Comentarios:

A las 5:43 p. m., Anonymous Anónimo Dijo...

¿has mirado de leer y acercarte a los grandes místicos cristianos?

 

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