Soy Yo en ti
Hacer oración en 3ª persona es técnicamente difícil porque se ve a Dios como un objeto del pensamiento, y se sabe que Dios no existe como objeto, es decir, no se le puede encontrar en el mundo de las realidades observables objetivamente.
Hablar a Dios en 2ª persona, también es difícil, pues ¿cómo puedes estar seguro de dirigirte a un Tú que te oye, si no puedes comprobar su existencia? Se trata entonces de mensajes lanzados al vacío… a ver si alguien los recoge.
En cambio, es fácil hablar de Dios en 1ª persona, pensando que soy Yo, de una manera tan profunda que me parece que es Él, pero soy definitivamente Yo, más que yo. Está dentro de mí, como dentro de todo, sólo que yo soy una conciencia y por tanto puedo tomar conciencia de Mí. “¡Gloria a Mí!”, dijo al-Hallayy, y lo crucificaron sin entenderle.
¡Qué fácil, qué delicioso es comprender que Yo soy el Creador de todas las inagotables maravillas del universo, el Novelista que se inventa todas las historias, incluso la mía, la de Kim! ¡Y qué grande es mirar a cualquier humano, comprendiendo que todos somos conciencias de Mí, quién más, quién menos!
(La mujer canosa, en bata, que mira desde su balcón el tránsito por la Plaza de Fontiveros, es una novela creada por Mí, y también una conciencia de Mí)
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