Filosofía mística - Kim Pérez

sábado, agosto 25, 2007

Tres verdades





Yo he encontrado en mi vida tres verdades que resisten toda contradicción. La primera, viene de la intuición sobre mi propia existencia, y se puede considerar análoga a la de Descartes, aunque se puede formular en otros términos más afinados; la segunda es la fuerza de las Matemáticas para organizar tendencialmente la materia, que viene de Pitágoras y Platón y ha sido desarrollada por Galileo, Newton y Heisenberg, y la tercera es la estructura dela Historia, articulada en infraestructura económica y superestructura cultural, descubierta por Marx.

El problema es cómo unir estas tres verdades y creo que se puede hacer en torno a la noción de Existencia.

Lo milagroso es que yo sea yo y la noción de que soy yo sólo se puede intuir o ver por dentro; se puede decir que existo, estoy aquí, siendo yo. Enseguida se advierte otro aspecto de esta realidad, `pues sólo yo soy yo. Yo soy una existencia única, rodeada de otras que no son yo en el sentido en que yo lo digo, aunque muchas de ellas puedan decir yo en su otro sentido.

Este planteamiento es análogo al de Descartes, que también vio su condición de ser él mismo referida naturalmente a una existencia distinta de la que yo veo, pero su desarrollo filosófico es distinto: no es que de verse pensando, un acto, se deduzca la existencia, un ser, sino que la existencia es un dato que se puede convertir en principio de toda la ordenación del pensamiento sobre lo existente, al dividirlo no en res cogitans y res extensa, sino en existencia subjetiva, yo vista desde mí, y existencia objetiva, para mí o frente a mí.

Entre lo existente objetivamente, sé que hay otros existentes que lo ven todo desde sí mismos, conscientes o no de sí mismos, y que por tanto son otras subjetividades análogas a la mía, pero las veo desde fuera, objetivamente, no las veo desde dentro.

También he aprendido de otros (Pitágoras, Platón, Galileo, Newton, Heisenberg) que existen las Matemáticas, como relación o razón exacta entre cantidades y también que hay o existe una materia, sea lo que sea, que las obedece tendencialmente e intenta ajustarse a ellas, sin conseguirlo del todo.

Así se dibuja una estructura segunda de lo existente: no ya una articulación entre lo subjetivo y lo objetivo, definiéndose primero lo subjetivo y luego lo objetivo, sino una articulación entre lo racional y lo material, en la que lo racional actúa como atractor de lo material y por tanto lo precede lógicamente en la existencia.

No es sólo que lo material sea la existencia básica sobre la que se construye la razón humana o subjetiva, lo que puede ser aceptado; es que más allá de lo material existe objetivamente una razón exacta que organiza tendencialmente la materia.

Por tanto, el materialismo no ha lugar en el sentido de que existe una racionalidad previa lógicamente a la materia porque tiene más fuerza que ella al configurarla atrayéndola hacia sí.

Finalmente, hasta ahora, he aprendido también paradójicamente de un materialista, Marx, que las relaciones de los humanos con la materia y entre sí se organizan históricamente, es decir, temporalmente, de acuerdo con una estructura tercera, que las divide en infraestructura económica y superestructura cultural.

De acuerdo con lo que he dicho hasta ahora, se trata de una estructura lógica que precede y rige a una clase de relaciones materiales y por tanto, al definirla como materialismo, Marx se contradijo.

Se puede reformular esta noción refiriéndola a las relaciones entre el conocimiento y la materia o, yendo más profundamente, a las relaciones o razones de a), lo existente como contenidos conceptuales subjetivos y b), lo existente como materialidad objetiva.

Por eso, aunque acepto en líneas generales esta estructura, tengo que dejar fuera de la superestructura cultural lo que procede de la intuición, como mi existencia como yo, y también la fuerza atractora y configuradora de lo racional sobre lo material. Por eso, no puedo hablar de materialismo histórico, sino de estructuralismo histórico.

lunes, agosto 20, 2007

Ética del monoteísmo filosófico

La Ética está fundada, entonces, en la tendencia de lo existente materialmente a tomar las formas de la racionalidad perfecta que lo atrae.

Es una tendencia objetiva, que va más allá de la voluntad subjetiva de obedecer esa tendencia. Hay Ética, sin embargo, o margen para la decisión libre, porque hay una distancia entre la situación de presente y la perfecta racionalidad.

La Lógica o Razón perfecta constituye así la verdadera ley natural que ha pretendido encontrar el iusnaturalismo.

La diferencia entre los hechos o las formas materiales, siempre irregulares en cierta medida, y la racionalidad pura se explica quizás por la nube de posibilidades estadísticas que afirma, para el conocimiento de la materia, la Mecánica Cuántica, pero que las deja sometidas, sin embargo, más allá de la Geometría, a la exactitud del Cálculo de Probabilidades.

(No estoy segura, sin embargo, de estas últimas afirmaciones, aunque pienso que dejan justamente el margen para la libertad humana y para la libre intervención divina o milagro)

La racionalidad objetiva es una verdadera ley natural porque está ahí o existe, independientemente de la voluntad humana, y el hombre sabe que debe obedecerla, quiera o no.

Por otra parte, la intuición permite descubrir una racionalidad paradójica o más profunda, a la que la razón subjetiva a menudo no llega, la de los hechos que se acercan a la Perfección Absoluta o amor, como el sacrificio o el heroísmo.

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jueves, agosto 16, 2007

El monoteismo filosófico





Pocas veces se piensa que nuestro monoteismo, en Occidente, es doble, aunque con frecuencia convergente. Se forma en dos hogares completamente distintos e independientes: uno es el pueblo de Israel; pero el otro es la Filosofía griega.

La diferencia radica en los métodos de ambas corrientes: el revelacionista, o inspirativo, o intuitivo, del yahvismo, y el racional, deductivo y crítico del teísmo (Se llama así porque Aristóteles le dio el nombre que seguimos usando en nuestra lengua, O Zeós, El Dios)

La línea monoteísta filosófica parece fundirse con la revelacionista casi tres siglos más tarde, hecho que se interpretó en nuestra tradición como "la plenitud de los tiempos"; pero que en el fondo no pudo ser total, dada la diferencia de los métodos, en una, deductivo, en la otra, intuitivo.

Casi al mismo tiempo en que San Agustín opera en la fusión de ambas corrientes, Plotino aviva su teísmo por la presencia de los cristianos, pero lo desarrolla filosóficamente en una Teoría del Uno, cuya potencia sin embargo para el misticismo intuitivista es altísima.

Santo Tomás de Aquino renueva el intento augustiniano de fundir el monoteísmo yahvista y el filosófico. Pero más adelante, la separación de ambas escuelas se produce de nuevo con Descartes y luego con Kant.

Ya por entonces, en la Ilustración , se llega no sólo a la separación, sino al enfrentamiento a muerte de los dos monoteísmos, incitado por los ilustrados (todavía Robespierre era monoteista) Paradójicamente, de este enfrentamiento se llega a la muerte del monoteísmo filosófico. En la batalla, la lucha contra las Iglesias fue tan intensa, que desembocó en el ateísmo y el materialismo, arrastrando consigo a casi todo el movimiento, hasta el punto de que en el siglo XX la filosofía y la arreligiosidad o la antirreligiosidad han parecido casi sinónimos.

Está claro que hoy día, liberadas las mentes filosóficas del mecanicismo y materialismo postcartesianos por el princpio de indeterminación de la Mecánica Cuántica, es posible revertir esa asociación de ideas.

miércoles, agosto 15, 2007

La Filosofia coloquia con la Profecía




El pensamiento humano tiene dos funciones, la razón y la intuición.

La razón es secuencial y la intuición es instantanea. La razón o relación ve los elementos comunes de las distintas realidades y la intuición ve cada una de las realidades. La razón se usa en los negocios, la ciencia y la técnica y la intuición en el ocio, los afectos y el arte. La razón es un modo de pensamiento activo, que requiere un esfuerzo, y la intuición es pasiva o contemplativa.

La Filosofía es el uso sistemático de la razón aplicada al conjunto de la realidad y la Profecía es la intuición del conjunto de la realidad.

El pensamiento racional aplica estructuras predeterminadas o a priori a la realidad. En la medida en que consigue ordenar la realidad en esas estructuras, se dice que la entiende.

Al mirar lo existente como pluralidad se aplica la estructura de sintesis: dos elementos distintos deben de tener algo en común que hay que averiguar. Una vez hallado este factor común, se observa que coexiste con otros y debe de tener algo en común con ellos que hay que averiguar, y así sucesivamente.

Se postula que la labor de sintesis debe culminar en una síntesis suprema o Teoría Unificada de la Realidad.

La pluralidad supone racionalmente la unidad, no absoluta, sino de factores comunes a las distintas realidades. Esto ha sido llamado también armonía, definida como la unidad en la diversidad.

La pluralidad cambiante en el tiempo supone esa unidad actuando desde el pasado hacia el futuro sobre las distintas realidades, organizándolas en estructuras sintéticas u organigramas que a su vez se unen en una sola estructura u organigrama universal.

Este complejo razonamiento de la Filosofía lo ve la intuición de la Profecía en fórmulas fulgurantes: “Yo soy el principio y el fin, el Alfa y la Omega”

(Yo, -unidad de lo personal y lo impersonal que un “yo” expresa sólo en parte, pero que debe incorporar-, soy la unidad de la pluralidad en la génesis y la unidad en la síntesis)

O bien: “Todo viene de Dios y todo vuelve a Dios”.

(Todo -lo plural- viene de Dios -de la unidad de las estructuras que lo precede en el tiempo- y vuelve a Dios -a la unidad de la síntesis que comprenderemos en el futuro)

La fuerza de consuelo de estas formulaciones proféticas es inmensa, pues expresa a la vez la alegría y el dolor de la existencia y postula su recapitulación final en una sola realidad. Tales intuiciones aventajan a las deducciones filosóficas en brevedad y resonancia.

Por supuesto, la crítica filosófica no puede renunciar a examinar todas las afirmaciones que pretenden ser intuiciones proféticas: unas lo serán y otras no.

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sábado, agosto 11, 2007

Nueva redacción de las Siete proposiciones sobre Filosofia




1. Toda la Filosofía no es más que el intento de aplicación del método axiomático de las Matemáticas al conjunto del conocimiento.

Nota. Desde Pitágoras y Platón. Hasta ahora, este intento ha fracasado en líneas generales, porque los axiomas que se han usado han sido imprecisos y por tanto incorrectos. Véase la crítica radical y burlona a la totalidad de la Filosofía realizada por Matthew Stewart en "La verdad sobre Todo".

2. Ls existencia es un postulado del pensamiento que no se demuestra sino que se experimenta y se historía.

Nota. Esta postura se diferencia del momento en que Descartes dice "ergo", pues la existencia no se deduce lógicamente del pensamiento, sino que el pensamiento se funda en la existencia.

3. Cualquier intento nuevo de fundar la Filosofía axiomática debe usar la existencia de las Matemáticas como axioma. No las Matemáticas, sino la Existencia de las Matemáticas.

Nota. Las Matemáticas se definen como la lógica de lo numérico o medible o cuantificable. Lo existente se define como la experiencia del entendimiento o sujeto del entendimiento más el objeto del entendimiento.

4. Hay por lo menos un área del conocimiento que se desarrolla a partir de la matematizacion o cuantificación de lo existente, que es la Física (Física relativista, Mecánica Cuántica, Química, Astronomía, Música, etc)

Nota. Pero la Filosofía no es reducible a la Física, que trata sólo de un área de la experiencia, la cuantificable; de hecho, la Filosofia empieza en la comprensión de la existencia de las Matemáticas, que es un paso lógico anterior.

5. Por tanto, la existencia de la Física prueba al entendimiento que las Matemáticas organizan el área cuantificable de la materiaenergia y son anteriores al entendimiento humano, que sin embargo se ajusta a ellas.

Nota. La organizan de modo pensable y luego es efectivamente pensada. Esta primacía de lo lógico y lo matemático sobre lo material puede ser entendida como la mente geométrica de Dios.

6. La relación del área cuantificable de la materiaenergía con las Matemáticas es tendencial, no actual.

Nota. Los astros tienen formas esferoidales, no esféricas, y las abejas hacen panales hexagonoidales, no hexagónicos.

7. Las relaciones cuantificables entre los humanos tienden a ser exactas matemáticamente o perfectamente racionales, aunque su matematización será sólo tendencial.

Nota. La Justicia es el limite o atractor racional de las relaciones humanas, pero no puede impedir que la justicia material sea imperfecta, aunque tendente a ella.

jueves, agosto 09, 2007

Comentario número 7 a las Siete Proposiciones sobre Filosofía



La Lógica o Razón configura el modelo al que tienden las realidades y las relaciones.

Entre éstas, la Justicia perfecta atrae constantemente a todos los humanos, especialmente a los que sufren las injusticias, que protestan o se alzan si tienen los medios para hacerlo. Esta reflexión tan simple explica el Movimiento Obrero sin necesidad de los análisis marxistas.

Pero el carácter sólo tendencial de la racionalidad de lo real, explica también los fracasos parciales y que no sea nunca posible del todo la Utopia.

viernes, agosto 03, 2007

Comentarios a las Siete Proposiciones sobre Filosofia



El texto de este cuaderno puede citarse o copiarse libremente mencionando a la autora, que agradece las citas o copias, según el sistema de Creative Commons al que se acoge.


Por el método axiomático, hasta ahora, poco más se sabe decir filosóficamente. El resto son comentarios.

Pero voy a exponer algunos.

Uno. La noción de que hay una razón objetiva como fondo de la realidad, supone deductivamente la unidad de esa razón porque, si hubiera más de una lógica, una y otra serían mutuamente incoherentes o incompatibles.

Dos. La noción de que la razón da forma u organiza la materia tendencialmente, pero sólo tendencialmente, le da a ésta un sentido, que es acercarse lo más posible a la racionalidad y afirma a la vez que todo lo material tiene ese sentido, nada hay que sea sinsentido, y por lo tanto, lo que nos hace subjetivamente sufrir, tiene sentido objetivo y hasta la muerte tiene sentido, no sólo objetivo, la muerte como mecanismo biológico, sino también subjetivo, para el que va a morir.

Tres. El ser humano presenta la particularidad de no sólo estar constituido fisicamente de manera tendencialmente racional, como todos los seres materiales, sino de poder concebir esa razón pura, matemática, y también ver que todo tiende a ella.

Cuatro. Incluso las relaciones humanas tienden a la racionalidad y tienen más sentido cuanto más se acercan a ella, y menos cuanto más se alejan. Esto lo expresa la noción de Justicia, que se puede comprender que en abstracto es “dar a cada uno lo suyo”, idea que atrae a la consciencia humana hacia la justicia perfecta, aunque a la vez sepamos que la justicia práctica siempre podrá acercarse pero nunca alcanzar la Justicia abstracta.

Cinco. De la razón como idea eterna objetiva se pasa, antropomórficamente, a la noción de inteligencia subjetiva que ve esa razón eterna, y de la unidad necesaria de la razón se pasa a la unidad de la inteligencia. Estas nociones, más o menos bien articuladas, han sido referidas filosóficamente a O Zeós, Un Dios. La noción de que la razón gobierna la realidad material, en el sentido de que la organiza y la atrae hacia sí, ha sido denominada teológicamente Providencia.

Seis. Cuando se ha concebido la razón como fondo y atractor de toda la realidad, es imposible dejar de pensar en ella ni prescindir de ella. Incluso la filosofía materialista tiene que confesarla al pretender explicar racionalmente la realidad material.