Las tres corrientes monoteístas

Hay hoy día tres corrientes que llevan al monoteísmo: la de Moisés y Jesús, la de Mahoma y la de Platón. Ésta, la Filosofía, ha seguido en los últimos siglos un escepticismo tal, que ha olvidado su concepción auroral sobre la existencia del Bien y se ha enredado en discusiones sobre la lógica. Sin embargo, a ella me atengo, en primer lugar.

Es verdad que la razón y sólo la razón es demasiado fría y gris para el pensamiento humano, que es también y necesita la intuición. He visto que las intuiciones más vivas sobre lo Único que merece toda la atención son las de la mística, siempre heterodoxa y crítica, por cuanto es personalísima, y por eso incorporo a mi filosofía las intuiciones de la philosophia mystica.

Pero en los monoteísmos religiosos hay intuiciones más difusas que se pueden unir, dándoles vida, a los rigurosos conceptos racionales. El Amén, como acto de reconocimiento y acatamiento. El "No hay dios sino Dios", como esclarecimiento de que nada merece la atención, sino ese Dios descubierto -lo saben los cartujos. El "todo viene de Dios y vuelve de Dios", como consuelo en lo inconsolable y única esperanza.

Queda por ver con toda claridad que el concepto de Dios como lo que une toda la realidad, sitúa a Dios por encima del bien y del mal. Es decir, Dios no es bueno, ni malo, categorías relativas a la conveniencia del ser humano, sino que lo supera todo; está por encima y de él viene lo angélico y lo demoníaco. Debe sobrecoger.

Pero igualmente, debe tenerse claro que para el hombre, ser relativo, no absoluto, hay un bien y un mal. Ser de conciencia, ser de pensamiento, su bien es acercarse al pensamiento o visión de Dios, lo que todo lo explica, lo justifica, lo pone en su sitio y en orden; su mal es alejarse y quedarse sin entender nada y sin aceptar nada de lo que ve disperso, incoherente, ansioso y doloroso.